(El loco destape de la TV criolla)
Tras varias semanas de polémica entre Villegas y los activistas homosexuales de diversas organizaciones, la controversia fue momentáneamente callada, por la creación en Chile de una asociación de homosexuales mormones. El martes 13 de mayo de 2003, en la sede del Movimiento de Liberación e Integración Homosexual, Brios Leguas, miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, vio cumplir un sueño al reunir a más de 70 personas interesadas en su misma causa; crear un grupo gay mormón en nuestro país. En la flamante inauguración, Leguas señaló:
Nuestra principal tarea es proveer el apoyo necesario para que podamos reaprender a reconciliar la fe con la naturaleza homosexual.
Lo relevante en la fundación de “Afirmación Chile”, nombre del grupo, es el abierto desafío que implicó la creación de la entidad para la conservadora Iglesia Mormona. Al respecto, uno de sus máximos líderes en Chile, Gonzalo Sepúlveda, señaló a la prensa que su iglesia no tenía ninguna relación con la organización de mormones gays y lesbianas, ya que la práctica de estas tendencias está en abierta contradicción con los mandamientos de Dios y es incompatible con ser miembros de la iglesia.
El pollo nazi
Junto con el surgimiento de “Afirmación Chile”, se conoció un nuevo caso de discriminación, situación que fue vivida por una pareja de lesbianas en un local del centro de Santiago. A diferencia de otros hechos, aquí las lesbianas se transformaron en activas denunciantes. El 6 de junio del 2003, Karen Castillo y Paula Arellano, ambas integrantes de la Colectiva Lésbica Universitaria, acudieron al restaurante “Pollísimo” ubicado en la calle Alameda.
Este hecho cotidiano se vio alterado cuando la administradora del local se dio cuenta que las jóvenes estaban en la mesa tomadas de la mano y en una actitud amorosa a vista y paciencia de todos sus clientes. Entonces, se dirigió donde las jóvenes y las invitó a abandonar el recinto: ustedes tienen sus lugares para hacer lo que hacen, les dijo. Ese día era la reunión semanal del Comité por la No Discriminación, hasta donde llegaron las lesbianas contando lo sucedido. Las personas ahí presentes, alrededor de 15, sacaron banderas, improvisaron unos letreros y acudieron a “funar al local”.
Finalmente, el caso llegó a tribunales, se presentó un recurso de protección a nombre de las afectadas y fueron asesoradas por el abogado de Derechos Humanos, Eduardo Contreras. Para sorpresa de toda la comunidad lésbica y gay, el recurso fue acogido, pero en noviembre del 2003, la Corte falló a favor del “Pillísimo” y en contra de las lesbianas discriminadas.
Anita, la impertinente
En tanto, los mormones chilenos resolvían qué hacer con el grupo disidente y las lesbianas debatían nuevos cursos de acción, la opinión pública puso su mirada en una serie de programas juveniles, popularmente conocidos como “Reality Show”. Si bien, este tipo de programas modificó los conservadores códigos de la televisión local, permitiendo mayores grados de espontaneidad con un lenguaje coloquial, provocó también un debate entre intelectuales y críticos de la TV. Y lo que nadie tenía previsto, el “destape” de un participante homosexual en uno de estos programas.
Efectivamente, la noche del 7 de mayo de 2003, Giovanni Falchetti, uno de los participantes del reality “Tocando las Estrellas” de Televisión Nacional de Chile, se enfrentó a una inolvidable sesión cuando, Anita Alvarado, popularmente conocida como la geisha chilena, afirmó frente a las cámaras que Falchetti era homosexual. En los estudios de TVN y mirando a los ojos del concursante, la geisha dijo a Karen Doggenweiler, la animadora del programa, que se “comería” a todos los concursantes del reality, en especial: al gay... ¿él es gay o no?... porque tiene cara de gay, soltó Anita, apuntando a Falchetti.
De este modo, impertinente, Alvarado sacó del closet a un personaje de la televisión, provocando controversia. Sí, definitivamente es homosexual. Yo trabajo con gente así. Entonces cacho que es así. Pero él es guapo. Por otro lado ser gay no tiene nada de malo. Sólo tiene que decir “soy gay y qué”, señaló Alvarado al salir del estudio de televisión.
Por su parte, Falchetti, visiblemente incómodo, se limitó a decir en el programa, aludiendo a los trabajos sexuales ejercidos por Alvarado en Japón: si soy gay o heterosexual es un asunto netamente personal y por higiene y salud mental nunca me metería con la Anita.
Desde luego, la indiscreción de Alvarado y el reconocimiento de la homosexualidad de Falchetti, se transformaron en un festín para la prensa sensacionalista y de espectáculo, dando pie a una serie de especulaciones. Antes de que Alvarado apuntara con su dedo acusador a Falchetti en TVN, el diario La Cuarta ya había publicado en portada la declaración de otra concursante eliminada del programa, que afirmó irónica: En el reality de TVN hay un gay. Esta última declaración, desató una ola de rumores, motivando de paso, la intervención de Anita Alvarado en el reality show. Giovanni Falchetti se resistió en un primer momento a la confesión pública, pero pronto asumió su condición y el hecho dejó de ser noticia sensacionalista.
Cuando recién salí de la casa-escuela tenía mucho miedo de ser rechazado y me encontré con chilenos que agradecieron mi honestidad, dijo Falchetti al salir del encierro de la casa escuela televisiva.
La cuestionada impertinencia de Alvarado obligó a salir del closet a Falchetti, molestó a algunos gays, pero también motivó la proliferación de abundante información sobre la homosexualidad en los medios de comunicación. Este hecho, sumado al aporte televisivo de personajes gays en las teleseries de los principales canales de la televisión abierta (“Machos” de Canal 13 y “Puertas Adentro” de TVN), provocaron una inédita presencia gay televisiva, en la que varios personajes de la farándula local comenzaron a reconocer públicamente su homosexualidad o, en su defecto, confirmaron lo que muchos suponían o comentaban.
El periodista Italo Passalacqua fue el pionero, el fotógrafo Jordi Castell siguió sus pasos y el guionista Pablo Illanes remató la tríada farandulera, declarando en la revista El Sábado de El Mercurio su diferencia sexual. La salida del clóset televisiva, unida al trabajo político de las organizaciones gays, contribuyó a modificar la imagen social y cultural de las minorías sexuales, retratadas históricamente por la prensa efectista en páginas policiales.
El reconocido actor Héctor Noguera, quien interpretó a Ángel Mercader en Machos de Canal 13, el padre machista de un joven confundido por su homosexualidad, en entrevista a Las Ultimas Noticias el 30 de diciembre del 2002, señaló que la serial responde a ciertas necesidades de la sociedad, que está más abierta, que habla de cosas que antes no hablaba y que quiere verse reflejada sin maquillajes en la pantalla chica. Por otro lado, el afamado actor Luis Alarcón, quien interpretó a un homosexual adulto que vive con su pareja en una toma de terrenos en Puertas Abiertas de TVN, afirmó que los personajes homosexuales serán tratados con respeto.
Según la tercera medición de la Encuesta “Intolerancia y Discriminación”, efectuada a mediados del 2003 por la Fundación Ideas y la Universidad de Chile, reveló que el 51,1% de los chilenos considera que: los médicos deben investigar más las causas de la homosexualidad para evitar que sigan naciendo más. Esta percepción, que aún continúa siendo bastante discriminatoria, es 20 puntos inferior a la de 1996, donde la misma opinión la compartían el 71 % de los encuestados. La encuesta consideró un universo de 1.400 personas mayores de 17 años de Santiago, Iquique y Temuco. Relacionó la tolerancia con características de los encuestados, como el nivel educacional, la edad y la religión. Esto permitió concluir, en términos generales, que las personas están más abiertas a aceptar la homosexualidad, particularmente entre quienes poseen estudios superiores, la población de entre 18 y 29 años y los que se reconocen como ateos.
En cambio, según la misma encuesta, los más intolerantes son las personas analfabetas, mayores de 60 años, quienes se identifican con la derecha y los evangélicos. Por otra parte, según una encuesta sobre los valores de los jóvenes de entre 14 y 18 años, realizada en Santiago por el Centro de Estudios RefleXXIones, de la Universidad Uniacc y difundida en septiembre del 2003, reveló que el 83% de los jóvenes considera que “es necesario respetar a los homosexuales” y más del 43% dice ser más tolerante que sus padres frente al tema.
Foto: La noche del 7 de mayo de 2003, Giovanni Falchetti, uno de los participantes del reality “Tocando las Estrellas” de Televisión Nacional de Chile, pensó que su carrera artística se derribaba al conocerse que él era homosexual. La historia diría lo contrario, marcado así la “salida del closet” de diversas figuras gays de la televisión chilena que, unido al trabajo político de las organizaciones gays, contribuyó a modificar la imagen social y cultural de las minorías sexuales, retratadas históricamente por la prensa efectista en páginas policiales.
Nuestra principal tarea es proveer el apoyo necesario para que podamos reaprender a reconciliar la fe con la naturaleza homosexual.
Lo relevante en la fundación de “Afirmación Chile”, nombre del grupo, es el abierto desafío que implicó la creación de la entidad para la conservadora Iglesia Mormona. Al respecto, uno de sus máximos líderes en Chile, Gonzalo Sepúlveda, señaló a la prensa que su iglesia no tenía ninguna relación con la organización de mormones gays y lesbianas, ya que la práctica de estas tendencias está en abierta contradicción con los mandamientos de Dios y es incompatible con ser miembros de la iglesia.
El pollo nazi
Junto con el surgimiento de “Afirmación Chile”, se conoció un nuevo caso de discriminación, situación que fue vivida por una pareja de lesbianas en un local del centro de Santiago. A diferencia de otros hechos, aquí las lesbianas se transformaron en activas denunciantes. El 6 de junio del 2003, Karen Castillo y Paula Arellano, ambas integrantes de la Colectiva Lésbica Universitaria, acudieron al restaurante “Pollísimo” ubicado en la calle Alameda.
Este hecho cotidiano se vio alterado cuando la administradora del local se dio cuenta que las jóvenes estaban en la mesa tomadas de la mano y en una actitud amorosa a vista y paciencia de todos sus clientes. Entonces, se dirigió donde las jóvenes y las invitó a abandonar el recinto: ustedes tienen sus lugares para hacer lo que hacen, les dijo. Ese día era la reunión semanal del Comité por la No Discriminación, hasta donde llegaron las lesbianas contando lo sucedido. Las personas ahí presentes, alrededor de 15, sacaron banderas, improvisaron unos letreros y acudieron a “funar al local”.
Finalmente, el caso llegó a tribunales, se presentó un recurso de protección a nombre de las afectadas y fueron asesoradas por el abogado de Derechos Humanos, Eduardo Contreras. Para sorpresa de toda la comunidad lésbica y gay, el recurso fue acogido, pero en noviembre del 2003, la Corte falló a favor del “Pillísimo” y en contra de las lesbianas discriminadas.
Anita, la impertinente
En tanto, los mormones chilenos resolvían qué hacer con el grupo disidente y las lesbianas debatían nuevos cursos de acción, la opinión pública puso su mirada en una serie de programas juveniles, popularmente conocidos como “Reality Show”. Si bien, este tipo de programas modificó los conservadores códigos de la televisión local, permitiendo mayores grados de espontaneidad con un lenguaje coloquial, provocó también un debate entre intelectuales y críticos de la TV. Y lo que nadie tenía previsto, el “destape” de un participante homosexual en uno de estos programas.
Efectivamente, la noche del 7 de mayo de 2003, Giovanni Falchetti, uno de los participantes del reality “Tocando las Estrellas” de Televisión Nacional de Chile, se enfrentó a una inolvidable sesión cuando, Anita Alvarado, popularmente conocida como la geisha chilena, afirmó frente a las cámaras que Falchetti era homosexual. En los estudios de TVN y mirando a los ojos del concursante, la geisha dijo a Karen Doggenweiler, la animadora del programa, que se “comería” a todos los concursantes del reality, en especial: al gay... ¿él es gay o no?... porque tiene cara de gay, soltó Anita, apuntando a Falchetti.
De este modo, impertinente, Alvarado sacó del closet a un personaje de la televisión, provocando controversia. Sí, definitivamente es homosexual. Yo trabajo con gente así. Entonces cacho que es así. Pero él es guapo. Por otro lado ser gay no tiene nada de malo. Sólo tiene que decir “soy gay y qué”, señaló Alvarado al salir del estudio de televisión.
Por su parte, Falchetti, visiblemente incómodo, se limitó a decir en el programa, aludiendo a los trabajos sexuales ejercidos por Alvarado en Japón: si soy gay o heterosexual es un asunto netamente personal y por higiene y salud mental nunca me metería con la Anita.
Desde luego, la indiscreción de Alvarado y el reconocimiento de la homosexualidad de Falchetti, se transformaron en un festín para la prensa sensacionalista y de espectáculo, dando pie a una serie de especulaciones. Antes de que Alvarado apuntara con su dedo acusador a Falchetti en TVN, el diario La Cuarta ya había publicado en portada la declaración de otra concursante eliminada del programa, que afirmó irónica: En el reality de TVN hay un gay. Esta última declaración, desató una ola de rumores, motivando de paso, la intervención de Anita Alvarado en el reality show. Giovanni Falchetti se resistió en un primer momento a la confesión pública, pero pronto asumió su condición y el hecho dejó de ser noticia sensacionalista.
Cuando recién salí de la casa-escuela tenía mucho miedo de ser rechazado y me encontré con chilenos que agradecieron mi honestidad, dijo Falchetti al salir del encierro de la casa escuela televisiva.
La cuestionada impertinencia de Alvarado obligó a salir del closet a Falchetti, molestó a algunos gays, pero también motivó la proliferación de abundante información sobre la homosexualidad en los medios de comunicación. Este hecho, sumado al aporte televisivo de personajes gays en las teleseries de los principales canales de la televisión abierta (“Machos” de Canal 13 y “Puertas Adentro” de TVN), provocaron una inédita presencia gay televisiva, en la que varios personajes de la farándula local comenzaron a reconocer públicamente su homosexualidad o, en su defecto, confirmaron lo que muchos suponían o comentaban.
El periodista Italo Passalacqua fue el pionero, el fotógrafo Jordi Castell siguió sus pasos y el guionista Pablo Illanes remató la tríada farandulera, declarando en la revista El Sábado de El Mercurio su diferencia sexual. La salida del clóset televisiva, unida al trabajo político de las organizaciones gays, contribuyó a modificar la imagen social y cultural de las minorías sexuales, retratadas históricamente por la prensa efectista en páginas policiales.
El reconocido actor Héctor Noguera, quien interpretó a Ángel Mercader en Machos de Canal 13, el padre machista de un joven confundido por su homosexualidad, en entrevista a Las Ultimas Noticias el 30 de diciembre del 2002, señaló que la serial responde a ciertas necesidades de la sociedad, que está más abierta, que habla de cosas que antes no hablaba y que quiere verse reflejada sin maquillajes en la pantalla chica. Por otro lado, el afamado actor Luis Alarcón, quien interpretó a un homosexual adulto que vive con su pareja en una toma de terrenos en Puertas Abiertas de TVN, afirmó que los personajes homosexuales serán tratados con respeto.
Según la tercera medición de la Encuesta “Intolerancia y Discriminación”, efectuada a mediados del 2003 por la Fundación Ideas y la Universidad de Chile, reveló que el 51,1% de los chilenos considera que: los médicos deben investigar más las causas de la homosexualidad para evitar que sigan naciendo más. Esta percepción, que aún continúa siendo bastante discriminatoria, es 20 puntos inferior a la de 1996, donde la misma opinión la compartían el 71 % de los encuestados. La encuesta consideró un universo de 1.400 personas mayores de 17 años de Santiago, Iquique y Temuco. Relacionó la tolerancia con características de los encuestados, como el nivel educacional, la edad y la religión. Esto permitió concluir, en términos generales, que las personas están más abiertas a aceptar la homosexualidad, particularmente entre quienes poseen estudios superiores, la población de entre 18 y 29 años y los que se reconocen como ateos.
En cambio, según la misma encuesta, los más intolerantes son las personas analfabetas, mayores de 60 años, quienes se identifican con la derecha y los evangélicos. Por otra parte, según una encuesta sobre los valores de los jóvenes de entre 14 y 18 años, realizada en Santiago por el Centro de Estudios RefleXXIones, de la Universidad Uniacc y difundida en septiembre del 2003, reveló que el 83% de los jóvenes considera que “es necesario respetar a los homosexuales” y más del 43% dice ser más tolerante que sus padres frente al tema.
Foto: La noche del 7 de mayo de 2003, Giovanni Falchetti, uno de los participantes del reality “Tocando las Estrellas” de Televisión Nacional de Chile, pensó que su carrera artística se derribaba al conocerse que él era homosexual. La historia diría lo contrario, marcado así la “salida del closet” de diversas figuras gays de la televisión chilena que, unido al trabajo político de las organizaciones gays, contribuyó a modificar la imagen social y cultural de las minorías sexuales, retratadas históricamente por la prensa efectista en páginas policiales.
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